Formación

Mi primera escuela fue la de un pueblo de la provincia de Sevilla que, entonces, apenas tenía 2.000 habitantes, y ya desde esos años tuve interés por explorar lo que había más allá de su horizonte. Dos institutos en Sevilla fueron el preámbulo para mi ingreso como estudiante en la Universidad de Sevilla con el objetivo de conocer historia, es decir, de conocer hechos del pasado que ocurrieron a otros, a nuestros antepasados, aunque en realidad era una tentativa por conocer el presente y, de paso, también algo más acerca de mí mismo.
El penúltimo año de carrera supe, por azar, que la Unión Europea (entonces llamada Comunidad Económica Europea) acababa de emprender una iniciativa que permitía, a estudiantes universitarios de los Estados miembros, estudiar con una beca en un país europeo distinto al de origen. Eran las becas Erasmus y no lo pensé dos veces, pese a que lo ignoraba todo acerca de lo que me iba a encontrar al dar ese paso. El curso 1987-1988, el primero de ese programa, el último de mi licenciatura, lo hice en la Universidad de Lyon-2 y en el Centro Pierre Léon, en lo que sin duda fue una experiencia extraordinaria; y ello, por muchos motivos, entre otros, porque allí conocí a Yves Lequin: profesor, mejor dicho maestro, que acabaría siendo codirector de mi tesis doctoral que alcanzó la mención de doctorado europeo. Mi propuesta al respecto, publicada bajo el título de Los nombres de la cuestión social, fue la de un análisis comparado internacional sobre las tensiones sociales de finales del siglo XIX y principios del siglo XX en Europa. Fue el punto de partida de varias décadas de investigación sobre el discurso y sobre Europa.

Un día en la vida de un científico

Entiendo la tarea del científico social, en particular de un historiador, desde la exigencia de estar informado, no sólo del pasado, sino también del presente. Ello obliga a una gimnasia intelectual cotidiana que pasa por leer, observar y pensar críticamente, mediante la palabra meditada; tratar de dar forma coherente al caos en que se muestra la realidad de los hechos y tomar una posición razonada ante ellos; estar alerta, no desentenderse de lo que ocurre alrededor porque eso que ocurre alrededor nos afecta en mayor o menor medida. Más que un trabajo, esa labor cotidiana de exploración se transforma en algo vital, en todos los sentidos posibles, y emocionante, como lo son todos los descubrimientos.

Centro o departamento

Departamento de Historia Contemporánea de la Universidad de Sevilla

Línea de investigación en la que trabaja actualmente

Son varias las líneas de investigación que desarrollo desde la perpectiva del análisis comparado internacional.
• Cultura antiautoritaria.
• Identidad europea.
• Memoria histórica.