
Martín Ramírez Muñoz
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Ingeniería Química | Presencial
¿Sabías que los microorganismos pueden transformar el CO₂ en energía y alimentos para peces?Edificio Constitución 1812 | De 12 a 13.30 horas
Formación
Soy natural de Conil de la Frontera donde estudié toda mi etapa escolar antes de ir a la universidad. Empecé en el colegio La Laguna, luego pasé por el Lepanto y terminé la EGB en el entonces nuevo colegio Francisco Fernández Pózar. Después continué en el instituto La Atalaya, donde descubrí mi pasión por la ciencia, especialmente por las matemáticas, la química y la física. Esa curiosidad me llevó a estudiar Ingeniería Química en la universidad (aunque estuve a punto de elegir Matemáticas). Siempre pensé que acabaría trabajando en el sector privado y probablemente fuera de España, pero al terminar se presentó la oportunidad de hacer una Tesis Doctoral, y decidí aprovecharla.
Fueron años intensos, con momentos de incertidumbre, especialmente porque en aquel entonces era muy difícil conseguir estabilidad como profesor. Después de tres años en la empresa privada, regresé a la universidad con un contrato posdoctoral y, con el tiempo, logré consolidar mi plaza. Desde hace dos años soy catedrático, y disfruto mucho formando a estudiantes de grado y a jóvenes investigadores en el apasionante mundo de los bioprocesos. La carrera científica es larga y exigente, pero si uno disfruta del camino y mantiene la mente abierta a nuevas oportunidades, merece realmente la pena.
Un día en la vida de un científico
Como profesor, mi trabajo se reparte entre docencia, investigación y gestión. Lo que más me gusta, sin duda, es la docencia y la investigación, aunque reconozco que la gestión también es una parte importante del trabajo, incluso si la burocracia a veces puede resultar agotadora. Lo primero son siempre mis alumnos. Dedico mucho tiempo a preparar las clases y a mejorarlas continuamente, incorporando nuevas metodologías y, últimamente, actividades en las que puedan aplicar el uso de inteligencia artificial generativa.
La investigación es la parte más apasionante, porque cada día supone un nuevo desafío. Implica mantenerse siempre actualizado, leyendo mucho para conocer los últimos avances en el campo, planificar experimentos, analizar e interpretar resultados y redactar nuevos proyectos. Aunque ahora participo menos directamente en el laboratorio, disfruto supervisando el trabajo de los estudiantes de doctorado y postdoctorales, revisando sus progresos y ayudando a orientar la investigación. Cada jornada trae algo distinto, y esa variedad es lo que hace que dedicarse a la ciencia sea tan estimulante.
Aficiones
Una de las cosas que más me gusta es viajar. Ser investigador tiene la ventaja de permitirte conocer personas, culturas y lugares de todo el mundo. Sin embargo, desde hace poco mi vida ha cambiado mucho: he sido padre de una hija maravillosa, y ahora mi afición principal es pasar tiempo con mi familia, verla crecer y disfrutar jugando con ella.
También me gusta hacer cerveza artesanal. Aunque podría haberlo convertido en una línea de investigación, prefiero mantenerlo como una afición y luego disfrutarla con amigos. En cuanto al deporte, lo tengo algo aparcado últimamente, pero siempre me ha gustado la bicicleta de montaña y, cuando no puedo salir al campo, el spinning es mi alternativa.
Centro o departamento
Facultad de Ciencias, Departamento de Ingeniería Química y Tecnología de Alimentos.
Línea de investigación en la que trabaja actualmente
- Biodesulfuración y biofiltración de efluentes gaseosos
- Producción de productos de valor añadido mediante procesos biológicos
- Biorremediación de contaminantes
