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Formación

Estudié parte de la Educación Primaria en el colegio de Nuestra Señora de Lourdes (Carmona) y otra parte junto con la Educación Secundaria en Nuestra Señora de las Mercedes (Sevilla). En los siguientes años, continué mi formación haciendo el Bachillerato en el IES Murillo (Sevilla). Durante estos años, descubrí que me interesaba mucho la química y la física, por lo que me decidí a realizar una carrera de ciencias.

Estudié el Doble Grado en Química e Ingeniería de Materiales en la Universidad de Sevilla, donde aprendí que la ciencia no solo explica el mundo, sino que también puede mejorarlo y comencé a introducirme en el mundo de la investigación científica. Después realicé un Máster en Estudios Avanzados en Química y, actualmente, estoy comenzando un Doctorado en Ciencia y Tecnología de Nuevos Materiales, centrando mi investigación en el desarrollo de materiales con respuesta óptica, que puedan servir para detectar radiación de alta energía.

Un día en la vida de un científico

Ser científica significa trabajar cada día para descubrir algo nuevo, aunque muchas veces los descubrimientos lleguen poco a poco. En mi día a día, combino experimentos en el laboratorio, análisis de resultados y reuniones con otros investigadores.

La parte de laboratorio consiste en preparar nuevos materiales, observar cómo se comportan y analizar sus propiedades. A veces los resultados no son los esperados, pero eso también forma parte del proceso: siempre se aprende tanto de los éxitos como de los errores.

Es importante saber que el trabajo científico no se hace en solitario. Colaboramos con personas dentro de un grupo o de otros grupos de diferentes especialidades (químicos, físicos, ingenieros) y juntos intentamos entender cómo mejorar los materiales para que sean más eficientes y sostenibles.

Además del trabajo experimental, dedicamos tiempo a graficar los resultados para poder mostrarlos al resto y a leer artículos científicos, escribirlos y preparar presentaciones para contar lo que hemos descubierto. Todo esto, es otra herramienta de aprendizaje constante.

Aficiones

Aunque paso buena parte del tiempo en el laboratorio, también me gusta aprovechar mi tiempo libre para desconectar y hacer cosas diferentes. Esto también me ayuda a relajarme e inspirarme. Me encanta dibujar, hacer senderismo, ver películas, leer, pasar tiempo con mis amigos y familia. A veces, incluso en mis hobbies encuentro conexiones con la ciencia. Algo que me parece que no se recalca mucho en ciencia es que, también, puede ser muy creativa y es necesario tener imaginación para poder avanzar.

Centro o departamento

Instituto de Ciencia de Materiales de Sevilla (ICMS) y en el Departamento de Física de la Materia Condensada (Facultad de Física, Universidad de Sevilla). En el grupo Semiconductor Materials for Sustainability (SMSLab).

Línea de investigación en la que trabaja actualmente

Actualmente, la línea de investigación en la que trabajo se centra en el desarrollo de nuevos materiales que sean capaces de interactuar de forma eficiente con luz. En concreto, luz de alta energía, como los rayos X y, con ellos, poder fabricar detectores de rayos X que mejoren los actuales. Estos detectores se usan en radiografías, en los aeropuertos, en control de calidad en las industrias entre otras aplicaciones. En concreto, en aplicaciones que tienen que ver con la salud, la mejora de los detectores es más necesaria ya que los rayos X pueden provocar daño en la salud y la mejora de la eficiencia puede reducir aún más este inconveniente.

Una forma en la que se puede detectar los rayos X es a través de materiales luminiscentes, es decir, materiales que brillan cuando se les aplica energía, como la luz o los rayos X. Estos materiales, llamados centelleadores, son muy útiles porque pueden transformar una forma de energía en luz visible, lo que los hace ideales para fabricar detectores de radiación. Son capaces de emitir un destello de luz cuando los atraviesan los rayos X, lo que permite “ver” lo que ocurre en el interior de los objetos que queremos analizar. Por ejemplo, en una radiografía, los rayos X atraviesan el cuerpo y se encuentran con zonas de diferente densidad: los huesos, que son muy densos, absorben más rayos X, mientras que los tejidos blandos, como músculos o órganos, dejan pasar más rayos X. Los rayos X llegan con diferente atenuación al material detector, el cual, al emitir luz crea la imagen que vemos en las radiografías.

Mi objetivo es mejorar la eficiencia y sostenibilidad de estos materiales, buscando nuevas composiciones que sean más sensibles, duraderas y respetuosas con el medio ambiente.

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