José Juan Redondo Ortega

Formación

Estudié la EGB en Granada, en el Colegio de la Virgen de las Angustias. Acabé los estudios de Bachillerato en el IES Severo Ochoa, de la misma ciudad, y posteriormente estudié Geología en la Universidad de Granada. En la actualidad complemento mi formación con un Máster en Geología aplicada a los recursos minerales, a fin de actualizar mis conocimientos y estar al día con las técnicas de investigación más modernas.

Un día en la vida de un científico

Un geólogo no está investigando las 24 horas del día. También hay tener tiempo para estar con la familia y amigos o para descansar. Lo normal es que haya un horario regular de trabajo, aunque en determinadas ocasiones haya que robar tiempo para acabar alguna tarea. El tipo de tareas que se hacen dependen del tipo de proyecto. Lo normal es que haya que salir al campo, a veces varios días seguidos y durante temporadas largas, para recoger datos. Luego esos datos hay que tratarlos en laboratorio o en gabinete y procesarlos. Finalmente hay que poner por escrito los resultados. Habitualmente el trabajo se hace en equipo, de modo que se reparten las tareas. El desarrollo de un proyecto puede llevar meses y, a veces, años de trabajo, pero resulta tremendamente satisfactorio descubrir cosas de las que no se sabía nada.

Aficiones

Me gusta mucho la montaña y las rutas ciclistas. También viajar, y a veces me engancho con algunas series, especialmente las de Ciencia Ficción y policíacas. No se me da mal el bricolage, de modo que a veces arreglo cosas en casa.

Centro o departamento

Actualmente formo parte del equipo de investigadores de los Yacimientos arqueológicos de La Araña, en Málaga. Trabajo habitualmente con arqueólogos y mi labor principal es aportarles información de índole geológica para los proyectos que estamos desarrollando.

Línea de investigación en la que trabaja actualmente

Dada mi formación en Geología, mi principal objeto de estudio son las rocas (piedras) con las que se fabricaban las herramientas en la Prehistoria. Si se sabe extraer la información que contienen, dan muchas pistas acerca del uso que les daban y aportan información sobre el estilo de vida de los humanos hace miles de años. Digamos que me dedico a “leer” las piedras, aunque a veces resulta una tarea tremendamente difícil.