María del Mar López Guerrero
-
Química | Presencial
Misterios y Revelaciones: La Ciencia Detrás de lo CotidianoFacultad de Derecho. Blvr. Louis Pasteur, 26, Puerto de la Torre, 29010, Málaga | De 9 a 14 horas
Formación
Estudié la primaria y secundaria en en el Colegio Santo Tomás de Aquino, donde siempre sentí curiosidad por el funcionamiento de las cosas. Mi interés por la ciencia surgió cuando descubrí que, a través de experimentos, podía entender fenómenos cotidianos, como por qué cambia el color de una bebida al mezclarla con otras o cómo funciona un imán.
Luego, decidí estudiar Química en la Universidad de Málaga, donde aprendí las bases de la química y me especialicé en química analítica. Esta disciplina me fascinó porque permite investigar y entender la composición de materiales que utilizamos a diario.
Más adelante, realicé un posgrado en «Química Analítica Avanzada» y en “Investigación en Innovación Educativa”, lo que me permitió trabajar en proyectos para identificar contaminantes y asegurar la calidad en productos de consumo.
Lo que más disfruto de mi trayectoria es que cada día puedo ser un “detective de moléculas”, buscando respuestas y aportando soluciones prácticas para la vida cotidiana.
Un día en la vida de un científico
Cada día en la vida de un científico en el campo de la química analítica es una aventura llena de descubrimientos. Mi jornada comienza en el laboratorio, donde lo primero que hago es preparar los instrumentos: máquinas como el espectrofotómetro, cromatógrafo y balanzas de alta precisión. Estos equipos son mis herramientas principales para investigar la composición de diferentes materiales.
Después, reviso las muestras que voy a analizar ese día. Pueden ser alimentos, productos de consumo, muestras ambientales o incluso sustancias para investigación médica. La preparación de las muestras es un proceso minucioso: cada paso cuenta y un pequeño error podría alterar los resultados.
A media mañana, comienzo el análisis. Uno de los momentos más emocionantes es cuando los resultados iniciales empiezan a aparecer en la pantalla. Ver los picos en el cromatograma o los colores en la espectrofotometría es como leer un mensaje secreto en código; esos datos revelan la “huella” única de cada muestra. Después, interpreto los resultados, comparándolos con referencias y discutiendo con el equipo qué significan para el proyecto en curso.
Por la tarde, documentamos nuestros hallazgos, escribiendo informes o preparando presentaciones. También dedicamos tiempo a investigar técnicas nuevas y mejorar las que ya conocemos, porque en la ciencia siempre hay espacio para innovar.
Cada día en el laboratorio es una oportunidad para descubrir algo nuevo y ayudar a mejorar la vida cotidiana de las personas. La satisfacción de ser “detective” de la materia y aportar conocimiento útil hace que cada jornada valga la pena.
Aficiones
Amo viajar y conocer diferentes culturas y gastronomías. Cuando puedo, trato de visitar museos de ciencia o centros de investigación para ver cómo se vive la ciencia en otros lugares. Viajar me permite ver cómo los conocimientos científicos impactan la vida cotidiana en diferentes partes del mundo y también me da una perspectiva fresca cuando regreso al laboratorio.
Centro o departamento
Facultad de Ciencias, Departamento de Química Analítica.
Línea de investigación en la que trabaja actualmente
Actualmente, mi investigación se enfoca en analizar la presencia de contaminantes emergentes en aguas medioambientales, como ríos, lagos y fuentes de agua potable. Estos contaminantes incluyen metales pesados (como plomo y mercurio), drogas y fármacos (residuos de medicamentos que no se eliminan por completo), y nanopartículas (partículas extremadamente pequeñas utilizadas en productos industriales y cosméticos).
Estos contaminantes representan un desafío para el medio ambiente y la salud humana. A diferencia de otros contaminantes, los de tipo emergente no siempre son eliminados por los sistemas de tratamiento de agua tradicionales y pueden acumularse en los ecosistemas, afectando a la vida silvestre y, eventualmente, a nosotros.
En el laboratorio, utilizamos técnicas avanzadas para “detectar” estas sustancias en el agua en concentraciones muy pequeñas, permitiéndonos comprender mejor su presencia y posible impacto. Esta información es fundamental para desarrollar nuevas estrategias de tratamiento y contribuir a la protección de nuestros recursos hídricos.