
Rodolfo Matías Ortiz Flores
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Biología | Presencial
¿Y si tus células hablaran? Descubre lo que nos cuentan en la lucha contra el cáncerHall de la Facultad de Educación | 9.30 horas
Formación
Nací en Argentina, donde estudié Biología Molecular en la Universidad Nacional de San Luis. Después me lancé al doctorado en Ciencias Biológicas con especialidad en Biología Celular y Molecular en la Universidad Nacional de Cuyo.
He trabajado en universidades y centros de investigación tanto en Argentina como en España, así que mi carrera ha sido un poco nómada… como los Pokémon legendarios, pero sin efectos especiales.
Un día en la vida de un científico
Mi día empieza revisando experimentos del día anterior, que es como ver cómo amanecieron tus plantas pero en versión microscópica. Luego, toca planear los siguientes pasos con el equipo, preparar muestras, analizar datos (¡sí, hay muchas pantallas!) y escribir.
Sí, los científicos escribimos mucho. Informes, artículos, proyectos, y a veces listas de cosas que nos olvidamos en el laboratorio.
Entre ensayo y ensayo, también hay reuniones, correos eternos, y café. Mucho café. Pero lo mejor del día es cuando un resultado inesperado aparece y te das cuenta de que has descubierto algo que nadie sabía antes.
Aficiones
Cuando no estoy jugando a CSI con células y plasma human, me gusta la música, cocinar (y comer, con el mismo entusiasmo científico), el gimnasio, leer novelas históricas, y si el tiempo (y mis hijos) me lo permite, escribir mi propia novela. También tengo una afición no oficial: explicar cosas científicas de forma que incluso mi niño de 10 años diga «¡ah, ahora lo pillo!».
Centro o departamento
Trabajo en el grupo BE21 – Hematología e Inmunoterapia del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga y Plataforma en Nanomedicina (IBIMA Plataforma BIONAND).
Línea de investigación en la que trabaja actualmente
Estudio un tipo de cáncer llamado neoplasias mieloproliferativas, que afecta a las células de la sangre. Mi objetivo es encontrar señales (biomarcadores) que nos indiquen si una persona va a responder bien a un tratamiento, o si será necesario probar otro. Esto ayuda a personalizar los tratamientos, como si fueran trajes a medida en lugar de talla única.
También trabajo buscando nuevas formas de detectar esas enfermedades antes de que den la cara, lo cual puede hacer una gran diferencia en la vida de los pacientes. Y no, no uso rayos X desde mis ojos. Uso ciencia, que es más potente.
