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Fotografía de Rafael López Camino

Rafael López Camino

Universidad de Granada

Formación

Después de mis estudios de Primaria en mi pueblo (Villa del Río, Córdoba), y de Bachillerato (Montoro, Córdoba), estudié Matemáticas en la Universidad de Granada. Una vez terminada la carrera en 1989, tuve la suerte de empezar a trabajar en la misma universidad como profesor en el área de Geometría, a la vez que iniciaba mi tesis doctoral. En 1996 me doctoré en Matemáticas, en 1998 fui profesor titular, y desde 2011 soy catedrático.

Un día en la vida de un científico

El trabajo de un matemático consiste en resolver problemas que se plantean en los diferentes campos de las matemáticas. En general, estos problemas son teóricos y a veces, abstractos. Para ello se necesita entender el problema, saber dónde radica la dificultad y conocer qué tipo de trabajos relacionados con el mismo han hecho otras personas. Por tanto, gran parte del tiempo se dedica en leer, estudiar y aprender lo realizado por otros matemáticos y las técnicas empleadas. En esta parte del trabajo, se consulta libros y se lee artículos científicos.

La lectura de estos textos, junto con los conocimientos adquiridos al paso de los años, permite explorar nuevas líneas de aproximación a la solución de los problemas planteados. Por esta razón, otra parte del tiempo se emplea en pensar, reflexionar, hacer algunos cálculos, o probar algo nuevo.

Puede ocurrir que obtengamos una solución del problema. En matemáticas, una solución consiste en una serie de teoremas con sus correspondientes demostraciones. Es habitual que uno no obtenga una solución completa del problema propuesto sino solo una respuesta parcial, es decir, válida solo bajo ciertas condiciones e hipótesis. Con esta solución, junto con las aportaciones que realizan otros matemáticos, se va consiguiendo dar una respuesta completa a los problemas planteados, a la vez, que se proponen nuevas cuestiones.

También puede suceder que el esfuerzo sea infructuoso y después de un tiempo nos demos cuenta de que no podemos resolver el problema. Esto es normal, ya que no siempre se acierta. De todas formas, el esfuerzo merece la pena ya que hemos ampliado nuestro conocimiento matemático, a la vez que hemos aprendido nuevas técnicas. En la mayoría de los casos, lo que hemos estudiado se utilizará para otros problemas futuros u otros que ya habíamos estudiado tiempo atrás.

Es habitual trabajar con varios problemas a la vez, los cuales son parecidos o están relacionados entre sí, de forma que en cualquier momento podamos cambiar de uno a otro. Al tener varias líneas de investigación, tenemos más posibilidades de obtener resultados.

Otra fuente importante de conocimiento de un matemático es la discusión e interacción con otros matemáticos que trabajan en el mismo problema o en problemas parecidos. Generalmente se realiza esta discusión con compañeros del trabajo. Otras veces son personas de otra universidad o de otro país. Mediante internet es fácil mantener este tipo de relación ya que el intercambio de conocimientos en matemáticas no es más que un conjunto de razonamientos y cálculos escritos en varios folios.

Si hemos obtenido un resultado nuevo, es necesario darlo a conocer al resto de los matemáticos porque así el conocimiento científico avanza más rápido y de forma más eficaz. Habitualmente lo que se hace es publicar los resultados en un artículo científico de una revista especializada de matemáticas, o como parte de un libro. Por ello, parte de mi tiempo como matemático lo dedico a escribir los resultados para que puedan ser publicados. Escribir un artículo no es sencillo, ya que hay que elaborar con precisión y detalle los razonamientos que se han empleado para obtener los teoremas, a la vez que puedan ser comprendidos por cualquier especialista de la materia.

A veces, tanto para la comunicación de los resultados como en la discusión con otros matemáticos, realizo visitas a otros centros de investigación y universidades para poder trabajar de forma específica con alguien que estudia los mismos problemas que yo.  Otras veces asisto a congresos científicos para poder exponer y difundir mediante conferencias los resultados que he conseguido y la manera de cómo se han obtenido.

El trabajo de un matemático no requiere apenas material, en contraste con otros campos de la ciencia: en pocas palabras, un papel y un lápiz. No es necesario, pues, un material caro como puede ser un microscopio, instrumentos de laboratorio o productos químicos para hacer experimentos. Como apoyo se necesita libros y revistas científicas de donde estudiar y aprender lo que han obtenido otros matemáticos y poder conocer las herramientas matemáticas necesarias en los razonamientos. A veces se necesita un ordenador para realizar algunos cálculos o gráficos. Por ello la investigación en matemáticas está al alcance de cualquiera y no se necesita de apenas inversión económica, solo ganas de descubrir nuevos resultados.

Aficiones

Me encanta andar por las montañas con mi familia o solo. También hago bicicleta de montaña que me permite el contacto con la naturaleza. Me gusta correr y a veces participo en carreras.

También dedico tiempo para cuidar y trabajar unos olivos que tengo. El trabajo en el campo, recogiendo aceituna, podando y haciendo el resto de cuidados que necesitan los olivos, me da otra forma de ver la profesión que tengo como científico, contraponiendo el trabajo de pensar por un trabajo que requiere un esfuerzo físico.

Centro o departamento

Departamento de Geometría y Topología. Facultad de Ciencias. Universidad de Granada

Línea de investigación en la que trabaja actualmente

Geometría de las formas líquidas en fenómenos de capilaridad

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