En esta mesa hablaremos sobre lo que se conoce como Sistemas de Información Geográfica (SIG): un conjunto de herramientas que nos permiten elaborar mapas digitales de los que se pueden extraer muchos datos para conocer un fenómeno que estemos estudiando y tomar decisiones basadas en una evidencia. A pesar de que puede resultar algo desconocida, esta tecnología está muy presente en nuestra vida diaria. Desde el momento en que buscamos una ubicación por Internet o utilizamos nuestro GPS para llegar a ella, somo usuarios de un SIG.

La charla se centrará en las aplicaciones que tienen estos datos y herramientas para los científicos, especialmente aquellos dedicados al estudio del medio ambiente y las empresas, dado que actualmente esta industria tiene un mercado que ronda los 12.000 millones de euros. Al ser un área de conocimiento multidisciplinar, personas con perfiles muy diferentes pueden desarrollar su carrera profesional utilizando los SIG. Desde arquitectos, programadores e ingenieros, hasta físicos y biólogos, incluso historiadores; todos tienen cabida en este fascinante mundo.

España tiene una de las esperanzas de vida más altas del mundo, gracias al estado de bienestar que hemos construido como sociedad. Esto es sin duda algo positivo: vivimos más y con mejores condiciones. Sin embargo, nuestra población está envejeciendo rápidamente, y esto plantea una responsabilidad social. Necesitamos atender las necesidades específicas de las personas mayores, especialmente aquellas que son más vulnerables o dependientes.

A medida que la sociedad se vuelve más tecnológica, dispositivos como smartwatches, smartphones y botones de teleasistencia, como los de la Cruz Roja, se han mostrado efectivos para cubrir las necesidades de las personas mayores o con necesidades especiales. No obstante, muchas personas mayores rechazan el uso de esta tecnología. Esto puede deberse tanto a la brecha tecnológica como a la desconfianza que sienten hacia estos dispositivos, lo que dificulta su adopción.

En este contexto, estamos presentando una nueva solución: un bastón ortopédico inteligente. Se trata de un dispositivo mucho más familiar y necesario para muchas personas mayores, pero con múltiples sensores y funcionalidades diseñadas específicamente para satisfacer las necesidades de esta población.

Actualmente, nos estamos enfocando en investigar las propiedades eléctricas de la piel, ya que están muy vinculadas al estado emocional de las personas (de hecho, son utilizadas en detectores de mentiras o polígrafos). Creemos que estos avances pueden ser aplicados de forma útil en nuestro bastón inteligente.

Las aplicaciones potenciales de este bastón son muchas, y estamos convencidos de que puede tener un gran impacto social.

¿Para qué sirve el sentido del tacto? ¿Qué información podemos adquirir a través él? ¿Qué pasa cuando tocamos algo? ¿Y cuándo nos tocan? ¿Cuántos sentidos tenemos? ¿Cinco? ¿Seguro? ¿De qué sentido prescindiríais si os vierais forzados a hacerlo?

En esta actividad vamos a responder a esas y otras preguntas. Nos centraremos en el infravalorado – pero sorprendente – sentido del tacto y en los subsentidos que, a su vez, conforma. Cada uno de estos mide o detecta un tipo de información que será captada por el sistema nervioso central y procesada por nuestro cerebro. Exploraremos otras entradas sensoriales como la kinestésica o la propioceptiva, y como éstas, en conjunto con el tacto dan lugar al modo sensorial háptico. ¿No te suena? ¿Crees que has hecho alguna vez uso de este modo sensorial? La respuesta es sí. A menudo. Cada vez que enciendes la luz en la oscuridad de la noche, por ejemplo. La háptica tiene que ver con el uso del sentido del tacto de forma activa, exploratoria, para adquirir información de nuestro entorno que nos permita desenvolvernos en él. La háptica está cobrando relevancia en los últimos tiempos, pues hasta ahora ha venido siendo un modo sensorial con un inmenso potencial pero poco explotado. Esto está cambiando, sobre todo en el mundo de la tecnología. Como veremos, la háptica es el modo sensorial del futuro.

En la vida cotidiana las personas son el centro de la sociedad y, por tanto, las decisiones que tomamos afectan y, a su vez, se ven afectadas por el comportamiento de las personas con las que nos relacionamos (familia, amistades, vecindario, compañeros y compañeras de clase, etc.). Pero, realmente ¿nos vemos tal como somos (altura, peso, etc.) o nos guiamos por la comparación que hacemos con esas otras personas? Dicho en otras palabras, ¿creo que tengo el peso adecuado en relación a mi altura o depende de la percepción que tengo de los que me rodean? De esa cuestión charlaremos en nuestro encuentro, pues trataremos de reflexionar sobre un problema que afecta a jóvenes y mayores, como es el sobrepeso y la obesidad, como ejemplo de hasta qué punto nuestra forma de pensar se ve condicionada por lo que observamos y cómo esa relación entre pensamiento y observación puede causarnos problemas de salud en la juventud que condicionarán nuestra vida futura. 

Nutrición en plantas, comunicación entre plantas, comunicación entre células dentro de la planta.

Trataremos de la alimentación y hábitos de vida sanos. Bondades de la dieta mediterránea. Veremos cómo esta dieta redunda en la salud de los huesos y del organismo en general. Cómo evitar el alcohol, el tabaco o las drogas, que arruinan la salud y, por tanto, la vida. También trataremos de las lesiones, algunas graves, que vemos debidas a conducir vehículos, entre ellos patinetes, sin prudencia.

La inteligencia artificial (IA) ha entrado en nuestro día a día, desde recomendaciones que vemos en redes sociales hasta las decisiones más complejas en sistemas de seguridad. Pero ¿qué tan segura y fiable es realmente? En esta charla exploraremos los peligros que rodean a la IA: cómo puede ser engañada, la confianza ciega que ponemos en ella y la importancia de protegerla. Así mismo, hablaremos sobre la privacidad de nuestros datos y conoceremos qué soluciones se están desarrollando en Europa para garantizar que seamos dueños de nuestra propia información.

La química analítica es una herramienta fascinante que nos permite desentrañar los secretos ocultos en los objetos y alimentos de nuestra vida cotidiana. Esta rama de la química se dedica a identificar, separar y cuantificar los componentes en cualquier muestra, revelando detalles invisibles a simple vista. Desde determinar la cantidad de azúcar en una bebida hasta detectar la presencia de vitaminas en una fruta o los compuestos que nos ayudan a protegernos del sol, la química analítica es fundamental para entender el mundo que nos rodea.

Durante la charla, descubriremos algunas de las técnicas clave utilizadas en el laboratorio, como la cromatografía y la espectroscopía, y veremos cómo estas herramientas nos ayudan a «leer» la composición de materiales comunes. Hablaremos de temas como la autenticidad en los alimentos (¿cómo se sabe si un aceite de oliva es puro?), el análisis de contaminantes en el agua y cómo los análisis químicos protegen nuestra salud.

Entender cómo los avances tecnológicos aplicados a la salud están consiguiendo desarrollos aplicados en cortos espacios de tiempo, donde una nueva área de conocimiento, la Bioinformática, está contribuyendo de forma notable.