Buscar
Fotografía de Pablo José Gerlach Mena

Pablo José Gerlach Mena

Universidad de Sevilla

Formación

Estudié la ESO en el IES San Isidoro, realizando posteriormente el Bachillerato Internacional en el IES Martínez Montañéz. En la Universidad de Sevilla estudié el Grado en Matemáticas, el Máster en Matemáticas y el Máster de Enseñanza Secundaria, finalizando con la realización de un Doctorado en Matemáticas.

Un día en la vida de un científico

Desde mi punto de vista, la vida de un científico tiene, como todo, sus altibajos, aunque podríamos resumirla del siguiente modo: Te levantas (temprano, pero no tanto como para ir al insti), desayunas y te vas al despacho. Allí pasas buena parte de la mañana pensando, escribiendo tus posibles soluciones o ideas, y refutándolas.

Si tienes suerte (como yo), a meda mañana puedes hacer una pausa-café con tus compañeros, las cuales puedes aprovecharme para discutir ideas sobre tus problemas (matemáticos), los suyos, o hablar de otros temas independientes.

¿La única pega? El trabajo como científico no termina al llegar a casa. Inconscientemente, uno sigue pensado posibles soluciones a los problemas (siempre que no las hayas encontrado ya antes en el despacho), levantándote incluso de madrugada a apuntar una idea feliz que se te viene a la mente para que no se te olvide al levantarte al día siguiente. Sin embargo, no cambiaría esta profesión por nada del mundo.

Aficiones

En mi caso me gusta mucho viajar, cocinar, ver series de Netflix y jugar a videojuegos, tanto solo como con amigos.

Centro o departamento

Mi trabajo se realiza principalmente en el despacho que tengo asignado en la Facultad de Matemáticas, aunque en ocasiones también realizo trabajo en mi domicilio particular.

Línea de investigación en la que trabaja actualmente

Mi línea de investigación se centra principalmente en la Teoría de la Lineabilidad, es decir, en el estudio de la existencia de estructuras lineales y algebraicas dentro de espacios que tienen un fuerte carácter no lineal.

Básicamente, lo que hacemos es coger elementos que tienen ciertas “propiedades matemáticas extrañas” de modo que, al combinarlos entre ellos, dichas propiedades se sigan manteniendo. Pensemos en los números pares e impares. Si cogemos dos números pares cualesquiera, como 4 y 6, al sumarlos el resultado es 10, que vuelve a ser un número par.

Sin embargo, si realizamos esta misma operación con dos números impares cualesquiera, como 3 y 5, el resultado es 8, que ya no es un número impar. Parece ser entonces que los números pares se comportan “mejor” al hacer combinaciones que los números impares. Esto es precisamente lo que tratamos de hacer, pero con cosas “más raras”.