En el imaginario colectivo, las matemáticas y la literatura pertenecen a mundos antagónicos. Sin embargo, las matemáticas tienen mucha literatura y, a su vez, esta disciplina artística de la expresión escrita y oral esconde tras de sí muchos conceptos matemáticos.

Para explicar la relación entre ambas, el investigador del Instituto de Matemáticas de la Universidad de Sevilla Alberto Torrejón Valenzuela ha participado hoy en el segundo Café con Ciencia que la Fundación Descubre organiza con motivo de la 22º Feria de la Ciencia de Sevilla, que desde ayer y hasta la tarde de mañana, se celebra en el Palacio de Congresos y Exposiciones de la capital hispalense.

Alberto Torrejón, investigador de la Universidad de Sevilla, durante su Café con Ciencia dedicado a las matemáticas y la literatura.

Ante la mirada atenta de una decena de estudiantes de Secundaria, este joven investigador comienza su charla hablando de su trayectoria profesional y su pasión por los números, los algoritmos y la lógica. Les pregunta uno por uno a quién le gustaría dedicarse a alguna profesión relacionada con la ciencia y la tecnología o si tienen claro ya si su futuro está en la investigación científica. Respuestas dispares, aunque todos coinciden en la importancia de formarse en lo que más les apasiona. Torrejón les recalca que la clave es esa, la pasión por lo que se hace cada día, y les cuenta cómo es su día a día.

Entre otras muchas anécdotas, les confiesa que él, hace tan sólo unos años, estuvo sentado al otro lado, como hoy hacen estos jóvenes. Fue en uno de los primeros Cafés con Ciencia que la Fundación Descubre organizó, en este caso en la Universidad de Cádiz, y entonces era él el alumno de Bachillerato el que escuchaba con interés todo lo que un experto de la Universidad gaditana les contaba acerca de lo que en aquellos años investigaba.

Ese fue el  gancho que llevó a Torrejón a despertar su vocación y convertirse, con mucho esfuerzo y mucho estudio, en quién es hoy, un investigador andaluz apasionado por las matemáticas. «La estadística nos guía, la investigación operativa perfecciona, y la inteligencia artificial nos lleva hacia horizontes donde las matemáticas, con su inquebrantable lógica, construyen un futuro moldeado por la precisión y la innovación», subraya Torrejón.

Entre juegos de lógica, una piedra con una forma muy particular que gira en un sentido pero en el otro no, tres dados de colores y un buen desayuno, hoy el testimonio de este joven investigador habrá despertado la curiosidad de los participantes en este café. Y quién sabe si también habrá dejado poso en alguno de ellos que quizá, en el día de mañana, sigan los pasos de Torrejón, y de ser un alumno participante en un Café con Ciencia llegue a ser un investigador o investigadora en matemáticas o cualquier otra área científica o tecnológica.