Día de las Matemáticas en el PTS – Universidad de Granada

No podemos negar que la inteligencia artificial (IA) ya no es algo ajeno a nosotrxs. Hay ejemplos de IA en nuestro día a día, desde robots aspiradores hasta traductores automáticos.  De hecho, el mundo relacionado con la IA ya no es solo cosa de matemáticos e informáticos, sino que también se está transformando en herramientas de fácil uso para cualquier persona, independientemente de su formación. Por tanto, más allá de lo que cada unx estudie o en lo que trabaje en un futuro, la IA puede ser una herramienta muy útil que nos ahorre tiempo y dinero. En este café con ciencia hablaremos de las posibles herramientas de IA que existen hoy en día para ayudar a médicos, traductores, ingenieros, artistas y una larga lista de etcéteras. Además analizaremos entre todxs el rumbo futuro de este área de estudio, así como también posibles implicaciones éticas que puedan surgir.

La informática es la ciencia del tratamiento sistemático de la información. Una de sus ramas se ocupa de la inteligencia artificial. Los sistemas de lA están diseñados para reproducir actividades, como el aprendizaje, clasificadas como inteligentes. Uno de los enfoques más reconocidos de la lA en la actualidad es el aprendizaje automático, que consiste en entrenar modelos matemáticos. Estos aprenden a reconocer la información y a clasificarla sin estar especialmente programados para ello.

Un ejemplo práctico de modelo de Deep Learning es la aplicación móvil del proyecto GOIMAI (https://goimai.es) que ofrece una solucion muy importante para el frenar la tala ilegal de maderas y proteger nuestros bosques más importantes.

Los métodos de identificación forense basados ​​en el esqueleto aplicados por antropólogos, odontólogos y patólogos representan el primer paso en todo proceso de identificación humana (ID) y la última oportunidad de identificación de la víctima cuando no se pueden aplicar el análisis de ADN o de huellas dactilares (como suele ocurrir en los desastres de masas). Incluyen métodos como el estudio del perfil biológico (BP), la radiografía comparativa (CR), la superposición craneofacial (CFS) y la comparación de registros dentales. El BP implica el estudio de restos óseos para encontrar rasgos característicos (edad, sexo, estatura y ascendencia) que apoyen la determinación de la identidad del individuo. Desempeña un papel crucial en la reducción del rango de coincidencias potenciales durante el proceso de identificación, antes de la confirmación usando cualquier técnica de identificación. La CR considera la comparación ante-mortem (AM) y post-mortem (PM) de diferentes huesos y cavidades (senos frontales del cráneo, clavículas, rótula,…) que han demostrado ser útiles para la identificación positiva debido a su individualidad y singularidad. La CFS tiene como objetivo superponer un cráneo con algunas imágenes AM de un candidato para determinar si corresponden a la misma persona (al igual que las huellas dactilares, cada cráneo es único para cada persona).

Sin embargo, los expertos forenses todavía siguen un paradigma de observación utilizando métodos subjetivos propuestos hace muchas décadas basado en comparar manual y visualmente los datos AM y PM. El diseño de métodos sistemáticos, automáticos y confiables para apoyar al antropólogo forense es un aspecto clave para mejorar la identificación humana. La Inteligencia Artificial (IA) es una rama de la informática que desarrolla procesos que imitan a la inteligencia de los seres vivos. La principal aplicación de esta ciencia es la creación de sistemas y máquinas para la automatización de tareas que requieran un comportamiento inteligente. El uso de tecnologías de IA es una forma natural de lograr el objetivo de diseñar métodos automáticos de antropología forense e identificación humana que puedan asistir al experto forense. En este café científico hablaremos sobre varios sistemas inteligentes para CFS, CR y estimación de la edad de muerte a partir de los huesos del pubis desarrollados en colaboración con el Laboratorio de Antropología Física de la Universidad de Granada dentro de un proyecto de investigación que arrancó hace 18 años. Uno de esos sistemas está protegido por una patente internacional, explotado por Panacea Cooperative Research, y se encuentra en proceso de comercialización en diferentes países.