La actividad agrícola es muy importante en España y en Andalucía. Para obtener el fruto es necesario destinar muchos recursos, humanos y económicos, que, como es lógico, no solo se emplean en el crecimiento del mismo, sino también de la planta que lo sustenta. La industria agroalimentaria produce cada año enormes cantidades de residuos, conocidos como lignocelulósicos o biomasa vegetal, que deben y pueden ser valorizados, para obtener productos de valor añadido, que implique un retorno económico a la actividad agrícola. En el grupo de investigación RNM 940 Bioprocesos e Ingeniería de Productos, trabajamos para poder aplicar las fracciones constituyentes de estos residuos en múltiples sectores: energético, remediación ambiental, conservación de alimentos, fabricación de muebles, industria alimentaria, fabricación de envases, biomedicina, etc. Y todo ello procurando emplear procesos sencillos, sostenibles y medio ambientalmente favorables, para conseguir aproximarnos a la bioeconomía circular, mediante el residuo cero. La biomasa lignocelulósica tiene un gran potencial de aplicación, y pensamos firmememente que puede ser motor de creación de empleo en el medio rural, ayudando a evitar la despoblación.

Según el Fondo Monetario Internacional, tan sólo en 2017 se vendieron cerca de 1.500  millones de teléfonos móviles, dispositivos que al igual que otros muchos aparatos  electrónicos necesitan baterías para su funcionamiento, baterías que generan un  impacto en el medio ambiente. Frente a ello, la comunidad científica está tratando de  desarrollar nuevos sistemas de almacenamiento de energía menos contaminantes para el planeta.

La producción de plástico se ha multiplicado por 20 en los últimos 50 años, suponiendo la de los envases alimentarios el 40% de la producción total. Además, se estima que el 31% de los plásticos derivados de la industria alimentaria van a parar al mar, esperándose que en 2025 haya 1 tonelada de plástico por cada 3 toneladas de peces. Frente a ello, ¿Qué puede hacer la comunidad científica?

En esta mesa hablaremos de las bacterias ácido-lácticas, organismos con los que trabajamos. Aunque son más conocidos como ‘las bacterias buenas del yogur’’ también están presentes en otros alimentos como los encurtidos vegetales, entre ellos, las aceitunas. Estos microorganismos son útiles para la lucha biológica contra algunos  patógenos, ’los malos de la película’ que nos hacen enfermar si se encuentran  presentes en los alimentos.

El envejecimiento es un proceso multi-factorial que implica alteraciones a diferentes  niveles. De hecho, muchas enfermedades de gran incidencia, como son las cardiovasculares o el cáncer, comparten causas moleculares comunes relacionadas con el envejecimiento. ¿Sería posible retrasar en bloque todas ellas actuando sobre su  causa común?

Fármacos, nanopartículas o microplásticos son algunos de los nuevos contaminantes emergentes que se usan con más frecuencia en nuestra vida diaria, muchos de los cuales acaban llegando a los ecosistemas. Al ser de reciente aparición, no están suficientemente investigados, por lo que no se tiene información sobre cómo afectan a  los organismos vivos. Conocer cómo interaccionan con estos ecosistemas es de vital  importancia para poder preservar el medio ambiente y desarrollar herramientas para la protección ambiental.

En esta mesa podremos hablar sobre el gran impacto que está teniendo el cambio climático sobre las masas forestales de España. Cuáles son las repercusiones que esto puede tener sobre la fauna y flora, y el impacto final sobre la vida de las personas. También hablaremos sobre como los científicos está monitoreando este tema, y que estrategias de mitigación se han sugerido. Finalmente hablaremos sobre las medidas que podemos tomar como ciudadanos para crear un mundo mejor teniendo en cuenta la huella energética, la huella de carbono, y la huella hídrica que tiene todo lo que consumimos.

Todos hemos oído hablar de la vida en la Prehistoria, y de los cazadores paleolíticos cazando mamuts lanudos y bisontes…. ¿Pero qué sucedió cuando apareció la agricultura y ganadería, y nuestros ancestros se convirtieron en campesinos? ¿Cómo fue dicho proceso? ¿cuándo y dónde sucedió? ¿Puede la Arqueología ofrecer información al respecto? Efectivamente, sí.  También en la provincia de Córdoba contamos con importante información arqueológica que nos está ayudando a completar el rompecabezas del origen de nuestros pueblos, de la vida sedentaria en cortijos y aldeas, de labrar la tierra, mucho, mucho tiempo antes de los romanos.

Los compartimentos estancos cada vez tienen menos cabida en la investigación, pues  los enfoques multidisciplinares ayudan a conseguir mejores resultados de  investigación. Trataremos de derribar prejuicios sobre esta ‘separación’ entre  disciplinas y para ello hablaremos del tándem entre la biología e historia, divulgando  algunas labores que realiza el personal investigador en el campo de la historia y la  arqueología.

La comunidad investigadora está analizando durante los últimos años las causas por  las que se está adelantando la pubertad, especialmente, en niñas en países  desarrollados. Con el objetivo de ayudar a responder a esta pregunta, este grupo de  investigación está analizando en ratas y ratones el papel que ejerce en la regulación  de la pubertad el llamado ‘p53’, un famoso gen implicado en la lucha contra distintos tipos de tumores.